Cuando nos preguntamos ¿Dios existe? Ya estamos partiendo de un axioma, consideramos que "yo" existo, y es desde ese incuestionable dogma de fe que planteamos la pregunta. Pero, y si vamos un paso más atrás y preguntamos ¿Yo existo? ¿Quién es quien platea esa pregunta? ¿Quien soy yo? ¿Y si no hay ningún yo que pregunte nada? ¿Y si es el propio Dios el que pregunta quien soy yo? ¿Y si no hay ni yo ni Dios, ni pregunta? Si tratas de pensar en esto es como si buscaras Google en Google, se destruye el Universo :-) Quizás sea más cómodo vivir en un Universo construido a base de axiomas que no se desmorone al menor cuestionamiento.
-- Muhaken --