La Señora Saito, fue quien cuidó diariamente de O Sensei y de su esposa.
Durante décadas, junto con su marido, acogió a miles de uchideshi, sotodeshi y visitantes, mostrando siempre la mejor de sus sonrisas
Incansable trabajadora, sufrió incontables dificultades durante su vida, siempre con una fuerza interior difícil de encontrar en cualquier ser humano.
En gran medida, el hecho de que hoy exista Aikido Iwama Ryu y se haya transmitido hasta nuestra generación se debe en gran parte a su silencioso y constante trabajo desde la sombra.
Deseamos que pueda descansar en paz junto a su esposo en gran Morihiro Saito.
Nuestras condolencias al Jukuchô Saito Hitohira, hijo de Sata y Morohiro Saito, y actual máximo responsable del Aikido de Iwama y la organizacion Shin Shin Aiki Shuren Kai, así como a toda su familia
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